domingo, 14 de noviembre de 2010

El maestro ignorante. Comentario de texto

El maestro ignorante. Cinco lecciones sobre la emancipación intelectual
Jacques Rancière


Los fragmentos del libro El maestro ignorante nos dan una idea de la perspectiva de la enseñanza que entiende el autor, los continuos ejemplos con historias reflejan su opinión en contra en su mayoría de la enseñanza actual.
Se desprecia la figura del maestro, entendiendo que este solo ayuda al atontamiento de los alumnos, cerrando las puertas a su propio avance personal, para que se necesitas voluntar e inteligencia.
El tema de la voluntad lo trata de este modo:
“El hombre puede necesitar un maestro cuando su voluntad no es lo bastante fuerte para ponerse en camino y mantenerse en él”
Esto quiere decir que no se necesita un maestro que nos explique, sino que nos ayude en voluntad, la voluntad de aprender por nosotros mismos, es decir no debemos subordinarnos a la inteligencia de un maestro, sino desarrollar la nuestra, de manera práctica y autodidacta, creando solo atontamiento si nuestra inteligencia se subordina a otra.
El autor defiende la idea de que todo hombre en algún momento de su vida ha aprendido algo por si mismo y de ese modo puede seguir aprendiendo, sin necesidad de un maestro explicador. Este aspecto queda perfectamente explicado en la sentencia:
“Todo hombre ha tenido esta experiencia miles de veces en la vida, y sin embargo nunca nadie tuvo la idea de decir a otra persona: Aprendí muchas cosas sin explicaciones, creo que ustedes pueden hacerlo como yo (…) ni a mí ni a nadie en el mundo se nos ha ocurrido que esta experiencia podía ser empleada para instruir a los demás”
Con esta frase explica la capacidad del hombre de aprender y reniega la necesidad de la explicación, entendiendo incluso un desprecio ridiculizador, con el que se intenta demostrar la falta de voluntad que deriva en la necesidad del maestro, por no querer desarrollar la propia inteligencia de manera propia.
Resume lo argumentado como:
“El hombre es una voluntad servida por una inteligencia”
Los argumentos que va aportando a lo largo de la explicación, son bastante convincentes, consiguiendo un replanteamiento de la enseñanza. Sin lugar a dudas el argumento que resulta más impactante es el que explica bajo el titulo, El principio de veracidad:
“Cónocete a ti mismo, quiere decir; vuelve a ti, a aquello que en ti no puede engañarte. Tu impotencia sólo es pereza para avanzar. Tu humildad tan sólo es temor orgulloso a tropezar bajo la mirada de los otros. Tropezar no es nada; el mal está en divagar, en salir del propio rumbo, en no prestar ya atención a lo que se dice, en olvidar lo que se es. Ve entonces por tu camino”
Finalmente, resulta asombroso su llamada al avance en campos desconocidos para los cuales se puede formar uno a si mismo.
No niega la diferencia intelectual, pero considera que todos han de ser considerados iguales a la hora de aprender, sin haber inteligencias superiores.

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